Pirata acompañó a su dueño que ingresó por una intervención quirúrgica pero no sobrevivió.
El perro sigue allí, incluso empuja la puerta de la habitación 404, donde lo habían hospitalizado. No se resigna a no verlo, sigue buscando a su dueño, después de una año de fallecido.
Personal del hospital no quieres echarlo. Ya se encariñaron con la mascota fiel que anda por el cuarto piso
Después de un año Pirata continúa esperando que aparezca su dueño. Con los días, la presencia del canino en el cuarto piso del hospital se volvió parte del paisaje. Y los trabajadores se encargan de brindarle comida y cariño.
