El Fyre Festival prometía ser el festival más exclusivo y lujoso del mundo: un paraíso en las Bahamas con villas de lujo, jets privados, comidas gourmet y un cartel con artistas como Blink-182. Pero el sueño se convirtió en una estafa monumental que dejó a miles de asistentes varados en tiendas de campaña y comiendo sándwiches casi incomibles.


Detrás del Fyre Festival estaban el “emprendedor” Billy McFarland y el rapero Ja Rule, que vendieron el evento como la experiencia definitiva para millennials de alto poder adquisitivo. Para lograrlo, usaron una campaña agresiva de marketing de influencers: figuras como Kendall Jenner, Bella Hadid y Hailey Baldwin llenaron Instagram con posts naranjas y contenido aspiracional que generó millones de impresiones en cuestión de horas.


Sin embargo, detrás de esa fachada de lujo había presupuestos inflados, cero logística real y promesas imposibles de cumplir. El desastre fue tan grande que inspiró documentales como “FYRE: The Greatest Party That Never Happened” (Netflix) y “Fyre Fraud” (Hulu), que exponen cómo una estrategia de hype puede convertir un festival en un caso de estudio sobre fraude y manipulación en redes sociales.
En este video desglosamos, paso a paso, la historia del Fyre Festival 2017:
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Cómo pasó de ser “el Coachella de los millonarios” al caos total.
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Los errores fatales de Billy McFarland y su equipo.
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Por qué este caso sigue siendo un warning brutal para el marketing con influencers y las estafas envueltas en lifestyle de lujo.












